El Plan de Igualdad entre hombres y mujeres
pretende educar en la igualdad, ayudar al alumnado a crecer como personas, a
desarrollar unos valores básicos y obtener un equilibrio en su desarrollo
personal y adquisición de las competencias básicas y esto le facilite la
integración en la sociedad.
Para
conseguir una verdadera educación para la igualdad hay que promover una
educación emocional que nos permita proyectar una verdadera escuela entre
iguales, que fomente el trabajo en grupo, el diálogo, las relaciones afectivas,
la resolución de conflictos, el respeto y la cooperación, incidiendo en la toma
de conciencia de que todos y todas tenemos derechos a las mismas oportunidades.
Los maestros y maestras, como formadores de la
futura sociedad, debemos tener en cuenta que el principio básico para
desarrollar una convivencia de calidad es la igualdad entre el alumnado; siendo
esta una demanda social a la que desde la escuela debemos dar respuesta.
El proceso de
coeducación comienza en la familia y la escuela, siendo los primeros
espacios de socialización desde los cuales se compensan los desajustes de
origen diverso, como aquellos que provienen de prejuicios sexistas que pueden
incidir en el desarrollo de los niños/as en sus primeros años.
Desde
nuestro centro asumimos que educar es formar al alumnado a adquirir todas las
competencias que le sean necesarias en una sociedad de cambios, por lo que se les educará en la libertad, en la justicia y
en los valores éticos. Se fomentará el respeto y aprecio a las libertades y
diferencias individuales y colectivas dentro de los principios democráticos de
convivencia.
La línea fundamental que debe inspirar
el plan de igualdad en las escuelas es la de preparar a los alumnos y alumnas
para participar activamente en la vida social y cultural. Desde la escuela se
educará para la igualdad, la paz, la cooperación y la solidaridad.
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